domingo, 16 de enero de 2011

La Capilla Sixtina y los burdeles de Roma

'El Juicio Final'



Según Elena Lazzarini, de la Universidad de Pisa,  el Juicio Final de Miguel Ángel,  mural pintado al fresco en la  Capilla Sixtina, se inspira en el estudio  de los personajes que frecuentaban los prostíbulos romanos. Así, los cuerpos perfectos de los santos, bienaventurados y condenados esconden una verdad obscena
  



  Cristo, el Juez



 Ángeles y trompetas dek arcángel san Miguel



 San Bartolomé sujeta su propia piel



La búsqueda de modelos por los pintores de su tiempo era normal que acudieran a la “estufa”, una especie de baños turcos, donde se solía ejercer la prostitución, para idealizar y sublimarlos  luego en sus obras de ‘arte’. Estos modelos no son sólo de Miguel Ángel. Los encontramos en varias obras de Leonardo y también están presentes en Bronzino, y  en las pinturas del siglo XVI que fueron juzgadas como  “cosas de ruido” o indecentes.




 San Juan Bautista



 
 San Pedro



 San  Sebastian, san Blas y santa Catalina



"Un condenado, por ejemplo, es conducido al infierno agarrado por los testículos y entre los beatos se producen besos y abrazos ambiguos, claramente de naturaleza homosexual. Los cuerpos masculinos, muy viriles, corresponden con la apariencia física de peones y cargadores retratados durante el trabajo, con los músculos tensados y con el cansancio y el esfuerzo reflejados en sus rostros".




 El barquero Caronte



 La resurrección de los muertos



 El hombre condenado



Miguel Ángel Buonarroti pintó “El Juicio Final” (de un tamaño de 3,7 por 12,2 metros) entre 1536 y 1541 para decorar la pared que está  detrás del altar de la Capilla Sixtina (Museos Vaticanos). El fresco representa el final de los tiempos y la venida de Cristo para inaugurar el Reino de Dios



 El alégrate guardado



 Baigio de Cesena como Minos



 Detalle




Fotos: Italian Renaissance Art



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