jueves, 10 de agosto de 2017

Socotra, la isla de la sangre del dragón






Escrito en el s. I de nuestra era, el Periplus Maris Erythraei es una descripción de las rutas comerciales marítimas alrededor del Índico, desde Egipto por la costa africana hacia Tanzania y por la costa asiática hacia la India. En esta relación se habla de la isla Dioscorida, 'grande y desértica', con ríos con cocodrilos y todo tipo de tortugas. También cuenta que produce cinabrio, 'que se recoge en gotas de los árboles'.






Hay pocos lugares en la tierra tan remotos e intactos por el paso del tiempo. Socotra es uno de los últimos lugares verdaderamente salvajes del mundo con un paisaje excepcionalmente diverso y encantador de belleza surrealista. Contemplando los árboles de sangre del dragón (Dracaena cinnabari) que mantienen las montañas Haghier, uno se imagina lo que el mundo pudo ser hace millones de años.









Dracaena cinnabari, árbol de la sangre de dragón y árbol drago de Socotra, es un árbol con un tronco grueso, que alcanza una altura de hasta de 10 metros y su copa forma una semiesfera. Produce una de las pocas resinas rojas del mundo, que se recoge solo una vez al año; de ahí su gran valor comercial. Ya en la antigüedad fue muy apreciada, utilizada como tinte, barniz y tratar ciertas enfermedades.






El archipiélago de Socotra, situado en el noroeste del Océano Índico, cerca del golfo de Adén, comprende cuatro islas y dos islotes rocosos que aparecen como una prolongación del Cuerno de África, gobernado por Yemen. Socotra es la isla principal del archipiélago, hasta hace poco alejada de casi todo, principalmente por su clima árido y semiárido tropical monzónico. Por esta razón, entre los meses de junio a septiembre, la isla era prácticamente inaccesible por la fuerza del viento y el potente oleaje. Desde 1999 un nuevo aeropuerto permitió el acceso durante todo el año.






Socotra es considerada como una de las islas más ricas en biodiversidad del mundo, ha sido denominada "Galápagos del océano Índico". Debido al largo aislamiento geológico del archipiélago -se separó de África hace unos diez millones de años-, junto con el fuerte calor y la sequía, se ha creado una espectacular flora endémica que es vulnerable a las especies introducidas (como las cabras) y al cambio climático. Las investigaciones han revelado que más de un tercio de las más de 800 especies de plantas de Socotra no se encuentran en ninguna otra parte. Los botánicos consideran la flora de Socotra entre las diez floras isleñas más amenazadas en el mundo. La isla fue reconocida en julio de 2008 por la Unesco como Patrimonio Natural de la Humanidad.













Fotos de Beth Moon (Island of the dragon’s blood)






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